domingo, 29 de diciembre de 2013

Capítulo 5. Give me love.

Capítulo 5. Give me love.


Maybe tonight I'll call you
after my blood turns into alcohol.

All I want is the taste that yout lips allow.


Me preparé y me dirigí al centro comercial. Estaba a diez minutos o así de mi casa, no muy lejos.
Cuando me acerqué a la puerta Tam ya estaba allí.

-¿Por qué siempre llegas tarde?- Preguntó en un intento de parecer enfadada.

-¿Por qué nunca te acostumbras?

-No me contestes con una pregunta.

-¿Por qué?- Dije riendo para hacerla picar.

-¿Qué te he dicho?

-Ahora no estás preguntado tú?- Frunció el ceño mientras intentaba pensar.

-Agh, que cacao mental.

-Vamos dentro, anda.

Entramos, era una puerta giratoria muy grande. No sé por qué pero estas puertas me encantan. Dimos una vuelta por las tiendas y compramos un par de cosas.
Estábamos mirando un escaparate de Intimissimi cuando alguien me tapó los ojos.

-¿Quién soy?- Preguntó una voz muy conocida

-Niall, ¿Quién más va a ser?

-¡No! No soy Niall- Dijo la voz que, claramente, pertenecía a Niall. Toqué un poco sus manos y sus pulseras para asegurarme de que estaba en lo cierto.

-Quita Niall, sé que eres tú.- Quité sus manos con las mías y me di la vuelta, encontrándolo sonriente junto a mi hermano que hablaba con Tam.

-Bueno chicas- Dijo Niall mientras ponía su brazo sobre mis hombros. -Ahora que ya sabemos dónde soléis comprar- Tam y yo miramos al escaparate de la tienda de ropa interior y nos sonrojamos un poco -¿Venís con nosotros y los demás al Starbucks de la planta de arriba?

Tamara y yo nos miramos, nos entendimos y contestamos a la vez:

-Ni lo soñéis.- Mientras sonreíamos.

-¿Por?- Louis hizo un puchero y Niall lo acompañó

-¿Y estar con cuatro tíos en una cafetería con los que ni siquiera se puede hablar sin que te violen con la mirada?- Explicó Tam.

-Exacto. Otro día será chicos. Se siente.

-Para otra vez, si queréis que vayamos con vosotros pensadlo mejor y no invitéis a los toca huevos de vuestro amigos. -Añadió Tam.

Dicho esto, los dejamos con la palabra en la boca mientras atravesábamos el pasillo del mall.

-¿Viste la cara de Niall?- Dijo Tam mientras intentaba no ahogarse con su risa.

-¿Y la de Louis?- Exclamé entre carcajadas. Cuando nos tranquilizamos pensé un poco en lo bordes que fuimos. -Igual esta vez nos hayamos pasado un poco.

-¿Tú crees?- Preguntó ligeramente preocupada mientras entrábamos en una tienda. -Es que me encanta tanto verlos sufrir... Sobre todo a mi hermano.

-Ya, y picar a Louis es lo más divertido del mundo.

-Qué malas hermanas somos.

-Dentro de un rato podemos pasar por el Starbucks, para que no se enfaden.

-Vale, pero antes debo probarme estos tacones.- Dijo Tam mientras cogía un par de zapatos de tacón alto rojos.

Tengo la grandísima suerte de tener a Tamara a mi lado. Siempre ha estado a las buenas, a las malas y a las terriblemente horrorosas. En nuestras locuras y tonterías que tanto hemos compartido hasta ahora.
Es increíble lo bien que nos llevamos con lo diferentes que somos. Ella es más bruta, yo soy más educada. No me queda otra, si algún día mis padres me pillaran diciendo algo de lo que dice ella me podían matar. Aunque tampoco hay que imaginarse que Tam tiene muy mal genio, simplemente que tiene menos control que yo sobre él.

Pero cuando las cosas se ponen serias y llegan hasta el punto de cabrearme a mí, cosa que no pasa muy a menudo, hago cosas que no pienso y acabo arrepintiéndome de lo que hice. En cambio, ella se tranquiliza porque siempre tiene que haber una estable de las dos.
Nunca ha llegado el momento en que las dos estuviéramos cabreadas y espero que nunca llegue. Sería algo así como el apocalipsis.

Pasamos por todas las tiendas hasta que nos acabaron doliendo los pies y decidimos descansar e ir con los chicos.

Cogimos el ascensor para subir a la primera planta, donde estaba el Starbucks, y entramos. Cogimos nuestros pedidos y buscamos a los chicos en alguna mesa.

-Allí están.- Tamara señaló una mesa. Dirigí mi mirada hacia allí y vi a cinco chicos: Niall, Louis, Scott -el compañero de pupitre de Tam- y dos amigos más de mi hermano cuyos nombres no me he molestado en recordar.

-Hombre, pero si al final habéis venido.- Dijo Niall, acercándose a nosotras y cediéndonos su asiento, que las dos podíamos ocupar perfectamente ya que era un sofá. Él cogió una silla de otra mesa y se sentó.

-Ya, es que nos disteis pena.- Contestó Tam con tono de superioridad, a la vez que yo asentía en aprobación y los demás reían.

-No se de qué os reís si ellas no querían venir por vuestra culpa.- Sentenció mi hermano, apoyado por Niall, mirando a sus amigos.

-¿Por nuestra culpa?- Preguntó uno de ellos que estaba a mi lado. Tenía el pelo negro, los ojos marrones y era muy alto y fuerte.- Pero con lo bien que lo pasamos juntos.- Puso su brazo sobre mis hombros.

-Em... Olvídame. -Dije apartando su brazo con desprecio.

-Lo que tú mandes princesa.- Lo miré con cara de asco mientras Louis miraba la escena a la vez que su cuerpo se tensaba. Siempre fue muy protector con los chicos que se acercaban a mí, y sobre todo con quien lo hace vulgar y descaradamente.

-¿A quién quieres engañar? Me deseas ahora mismo.

¿Pero este chico no tiene otra cosa que hacer o qué? A ver si le entra en la cabeza que me repugna.

-No sé ni tu nombre, no te montes cuentos.

-Albert Jones, encantado. -Me tendió la mano, la cual ignoré totalmente y di un sorbo a mi chocolate. No sé qué tiene el chocolate, me relaja cuando me tiene que relajar y me anima cuando me tiene que animar. Es perfecto. Si me pudiera casar con el chocolate, lo haría. -Y este es mi hermano, Scott. -Dijo señalando al compañero de Tam.- Pero no te emociones, mucha palabrería y poca chicha.

-Encantada, Scott, soy _____.- Le tendí la mano y la aceptó al instante con una sonrisa tímida.

-Lo mismo digo.- Respondió sonrojándose un poco.

¿Es posible que estos dos sean hermanos?

-Mi hermano es idiota, no le hagas caso.- Dijo Scott.

-No le pensaba hacer caso.- Respondí sonriendo.

-No vayas de chulo a ver si llegas a casa con el ojo morado.- Amenazó Albert haciendo un gesto con su puño a Scott. -Bueno, princesa, ¿Por dónde íbamos?- Volvió a colocar su brazo sobre mis hombros y su otro brazo iba subiendo por mi pierna.

-¡Que me dejes en paz gilipollas!

-Ey tranquilita ¿Vale? Que ni te he tocado.

-Ni falta que te hace.- Quité su brazo de mis hombros y me levanté. Salí del Starbucks portando aún mi bebida y pensé en dónde podía ir para relajarme.

La bombilla se me encendió y subí por la escalera de incendios hasta la azotea. El lugar perfecto: tranquilo, vacío, ni muy frío ni muy caluroso. Lo mejor para relajarse.

Me senté cerca del borde y junté las rodillas con mi pecho. Respiré hondo un par de veces para tranquilizarme y no matar a Albert.

El Sol estaba empezando a pasar el horizonte y a oscurecer el cielo. Una brisa de aire recorrió mi espalda y sentí una sombra sentarse a mi lado.

-Hacía mucho tiempo que no veníamos aquí.

-Cierto- Respondí. -La verdad es que de noche es más bonito. Desde aquí arriba se pueden ver muy bien las estrellas.

-Por si te consuela, Louis ha estado a punto de pegarle una paliza a Albert y le ha dejado cagado. Seguro que no te vuelve a dirigir la palabra.

-No me consuela mucho, pero gracias de todas formas.- Le otorgué una sonrisa que él me devolvió.

-¿Cuándo fue la última vez que subimos?

Intenté recordar. Recordé el momento en el que estábamos arriba, pero no por qué subimos.

-Creo que fue hace tres o cuatro años.- Respondí después de pensarlo. -Porque tú tenías los brakets.

-Sí, joder, cómo me dolieron.

Sonreí al recordar lo feliz que vino a mi casa cuando se los quitaron.

-Pero sigo sin saber por qué subimos.- Agregó él.

Estuvimos unos minutos pensando, hasta que él se acordó.

-Ya me acuerdo.- Dijo -Fue cuando murió mi abuelo.

No dije nada. Sabía lo difícil que fue para Niall superar lo de su abuelo y que lo único que podía reconfortarlo era un abrazo. Y se lo di.

-¿Sabes? Eres la mejor en esto.- Dijo cerca de mi oído, en medio del abrazo.

-Por ti lo que sea.- Respondí sonriendo a la vez que le daba un beso en la mejilla y me levantaba. Le ayudé a levantarse y nos dirigimos a la escalera. Justo cuando iba a bajar mi móvil sonó.

-Espérame abajo, que me están llamando.

-Vale.- Contestó a la vez que bajaba peldaño a peldaño la escalera.

Saqué el móvil del bolso y me quedé de piedra.

-Mierda.- Murmuré.

Descolgué con miedo.

-¿Cuánto has bebido esta vez?

-Cero pata... Tero- Respondió una voz ebria y ronca.

-¿Dónde estás?- Pregunté con la esperanza de que estuviera en casa y a salvo

-¿Qué más da? Yo no te importo una mierda.

-Sí que me importas. ¿Por qué dices que no te importo?

-Porque yo te quiero. Y... Y... Tú me ignoras.

-¿Dónde estás?

-En un bar coño ¿Dónde más voy a estar?

-¿En qué bar?

-No te importo, olvídalo. Pero que sepas que yo te quiero.

-No, tú no me quieres. El alcohol te hace confundir las cosas.

-Dicen que los niños y los borrachos nunca mienten. Yo te quiero. Y no te importo.

-Sí que me importas, y no me quieres. Lo que pasó en el campamento pasó, y no hay más. Tú mismo me dijiste que como amigos estaríamos mejor.

-Pero me equivoqué. Te quiero y quiero volver a probar el sabor que me permiten tus labios.

-Dios qué borracho estás. ¿En qué bar estás?

-En uno que se llama em... No lo sé.

-¿Qué pone en la puerta?

-Empujar.

-Arriba idiota.

-Ahh pues... Pone Holmes.

-Voy para allá. No te muevas ¿Eh?

-Claro. Te quiero.

-No, no me quieres.- Colgué rápidamente y bajé la escalera encontrándome a Niall. -¿Has traído el coche?- Pregunté al rubio.

-Sí, ¿Por?

-¿Me haces un favor?

-Clar... Oh mierda, ¿Otra vez?

-Sí, y esta vez se ha pillado una buena.

-Vamos al coche.- Corrimos hasta el coche, nos metimos y arrancó. Era un descapotable negro. Sí, los Horan también tenían mucho dinero. -¿Dónde está?

-Me ha dicho que en Holmes.

-¿Al lado de la casa de Albert y Scott?

-¿Crees que sé dónde vive ese gilipollas y su hermano? Tú dale al acelerador y vamos.

Salió del aparcamiento y aceleró hacia una calle que yo no conocía. A partir de ahí me perdí porque nunca había pasado por esas calles. Divisé a lo lejos un cartel luminoso que ponía "Holmes".

-Allí está- Señalé el cartel y Niall condujo hasta allá. Aparcó en doble fila delante de la puerta.

-Ve tú, yo me tengo que quedar para que no me pongan una multa.

-Vale.- Respondí mientras abría la puerta del coche.

-Y ten cuidado.- Me dio un beso en la frente antes de que saliera del coche.

-Lo intentaré.- Salí del coche. Agarré la puerta del bar y un olor a tabaco y alcohol penetró en mi nariz. Era tan fuerte que mis ojos se pusieron llorosos.

Le busqué con la mirada. Lo único que veía eran viejos verdes que ligaban con las camareras. Bueno, que intentaban ligar.

Entre ellos lo divisé. Estaba fumando un cigarro con un vaso de vete a saber qué y sentado en la barra. Me acerqué hasta él y le toqué el hombro.

-Ey, vamos, que te llevo a casa.- Se giró y me miró a los ojos.

-Has venido.- Dijo sin mucha ilusión. -Pues parece que algo sí que te importo después de todo.

-Claro que me importas, Zayn, siempre me has importado.- Formó una sonrisa en su cara y miró hacia su vaso. -Y ahora tira ese cigarro y déjame llevarte a casa. Has bebido mucho.

Dio una última calada y lo apagó en un cenicero. Se levantó y, tropezando, salió del bar. Lo seguí y lo acompañé al coche.

-¡Niall! Cuanto tiempo, tío.- Se acercó al lado del conductor y saludó a Niall, de esta forma tan rara que tienen los chicos.

-Guau, esta vez si que te has pasado.- Niall sujetó a Zayn para impedir que se cayera.

-Ven, vamos a la parte de atrás.- Lo agarré del brazo y le metí en los asientos traseros del coche para luego sentarme yo a su lado. Le ayudé a ponerse el cinturón y me puse el mío.

-Ya estamos Niall, arranca.- Me hizo caso y pusimos rumbo a casa de Zayn.

-_____- Susurró en mi oído. Había apoyado su cabeza en mi hombro.

-Dime.

-Te quiero.

-No, no me quieres Zayn.- Levantó la cabeza de mi hombro y me miró intensamente a los ojos.

-Claro que te quiero. Si no, ¿Por qué tengo tantas ganas de hacer esto?- Tomó mi barbilla y me dio un inesperado y corto beso en los labios. -Y esto.- Hizo lo mismo, solo que esta vez fue más largo y yo, tonta de mí, lo seguí. Cuando me di cuenta del error que estaba cometiendo me separé de él.

-Quieres hacerlo porque tienes más alcohol que sangre dentro de tu cuerpo.

-Eso es mentira. Esta... Esta mañana, estaba pensando en tí.- Estaba tan borracho que apenas se entendía lo que decía. -Y has estado todo el día en mi cabeza. He necesitado beber para olvidarte.

-Y mira cómo has acabado.

-En un coche y contigo. Y encima me has dejado besarte. Creo que no ha acabado del todo mal.- Dijo a la vez que sacaba una sonrisa. -Y, mientras estaba en el bar, me he dado cuenta de que quizá lo que realmente necesito no es olvidarte.

-Sabes que no es verdad. Esto no lo dices mañana cuando se te haya pasado la borrachera.

-¿Sabes qué? Puede que no lo diga. Pero lo pensaré. Y pensaré en lo gilipollas que soy por solo tener el valor suficiente para decírtelo cuando estoy borr... Borracho.- No respondí, dejé que dormitara un poco sobre mi hombro hasta que nos acercáramos a su casa.

-Ya estamos llegando Zayn, despierta.- Levantó la cabeza y miró por la ventana. Niall paró el coche y yo ayudé a Zayn a salir y llegar a la puerta de su casa.

-¿Tienes llaves?- Pregunté, esperando no tener que despertar a sus padres.

Toqueteó un poco sus bolsillos.

-No.

Llamé discretamente a la puerta con los nudillos, para no hacer mucho ruido. Oí unos pasos acercarse a la puerta y reconocí el rostro de la madre de Zayn.
-Zayn, ¿De qué vas? ¿Crees que puedes desaparecer así de repente y volver
 borracho?

-Lo siento mamá. Yo... Necesito dormir.- Se balanceó hacia adelante y atrás, pareciendo que se iba a caer.

Lo agarré del brazo y lo acompañé hasta el sofá.

-Muchas gracias, ______, no sé qué haría sin tí.- Se dirigió a mí a la vez que sujetaba mis manos con las suyas. -Ya es la cuarta vez este mes. Se va sin decir nada y después aparece apestando a alcohol y a tabaco. Y las cuatro te ha llamado a tí.

-No hay de qué.

-¿Qué tal tus padres?

-Muy bien, le mandan recuerdos Sra. Malik.

-Me alegro. Te estarán esperando, salúdales de mi parte, encanto.

-Claro, hasta otra.- Nos dimos dos besos.

-Adiós, y gracias de nuevo.- La saludé con la mano a la vez que entraba en el coche y arrancaba.

-¿Lo has oído Niall? Me da las gracias por llevar a su hijo a casa, cuando sale por mi culpa.

-Creo que ella no lo sabe.

-Espero que no.

-¿Te llevo a casa?

-Sí porfa, me van a castigar por llegar tarde. ¿Tienes algo de comer aquí?

-La duda ofende, claro que tengo. En el suelo de los asientos de atrás hay unas cuantas bolsas de patatas.- Alargué la mano para alcanzarlas, las cogí y las abrí. -¡Eh! Eran para emergencias.

-Esto es una emergencia. Si me castigan, me castigan sin cena. Y no querrás que tu amiga se muera de hambre ¿No?- Lo miré. No respondía. -¿No?- Insistí.

-No, por suspuesto que no.- Contestó riendo.

-Así me gusta. ¿Quieres un poco?

-¿Me ofreces algo que es mío?

-Si no quieres nada, eh.

-Trae anda.- Le acerqué la bolsa y cogió un puñado. -¿De qué hablábais ahí atrás?

-Nada importante. Me decía que me quería.- Se atragantó con las patatas.

-¿Eso no es importante?- Exclamó sorprendido.

-Claro que no. Solo lo decía porque estaba borracho.

-Dicen que los borrachos solo dicen la verdad.

-Eso también lo ha dicho él. Ya no sé qué creer.

Puede que en el fondo me hubiera gustado que lo dijera de verdad. Aunque, ¿A quién quiero engañar? Lo nuestro fue un amor de verano. Perdón, un fracaso de verano. No acabamos bien ninguno de los dos. Lo nuestro no funcionaba. Él no vivía precisamente cerca, apenas nos veíamos.

Quizá si le diera una oportunidad...

¡No vale la pena, vas a acabar mal!

Grita mi subconsciente. A veces me encantaría saber qué decidir.
 

---------------------------------------------------------

Hooooolaa ¿Qué tal las navidades?

Bueno, ¿Qué os ha parecido el cap? Espero que os haya gustado y que comentéis y deis +1. La canción es de Ed Sheeran y se llama Give Me Love. Es una de estas canciones que merece la pena entender, así que os aconsejo que la traduzcáis si no la habéis entendido porque tiene bastante que ver con el cap.

PREGUNTA: Si pudierais pedir CUALQUIER cosa o persona a los reyes ¿cuál o quién sería y por qué?

Espero que empeceis suuuuper bien el año y os deseo lo mejor en el 2014.

Y RECORDAD QUE OS LOVEO CON LOCUUUURA <3<3

domingo, 22 de diciembre de 2013

Capítulo 4. You're my best friend.

Capítulo 4. You're my best friend.



-Scott Jones.- Soltó de la nada Tam.

-¿Qué?- Pregunté yo.

-Así se llama mi compañero de mates.

-Ah, ¿Ese con el que tanto hablabas?- Me hice la tonta, si que me había fijado en él, era bastante guapo.

-No te hagas la tonta, bien que nos mirabas. Te morías por saber quién era.- Dijo riendo.

-Qué va, solo miraba porque no quería ver a Styles. 

-Ya claro... Pues es nuevo y le he dicho que cuando quiera puedo enseñarle el instituto.- Sonreí pícaramente.

-Anda que no aprovechas el tiempo tú ni nada.- Divisé a Niall y mi hermano en la cola, y les saludé. Aunque fueran ambos un año mayor que nosotras estábamos juntos mucho tiempo. Terminaron de pedir y vinieron a nuestra mesa.

-Hey enana, ¿Qué tal las primeras clases?- Dijo mi amigo sonriente.

-Que no me llames enana.- Dije entre dientes. -Y mal. Muy mal. Adivinad a quién tengo en clase de inglés.

Los tres contestaron a la vez 'Elísabeth' y yo asentí en respuesta.

-No te preocupes, a mí también.- Me animó Louis.

-Eso es peor, como la putees algún día lo pagaré yo también, ya verás.- Mi hermano puso cara de inocente.

Vi a Belén con un café de la mano y bastante perdida, la verdad. Hice un gesto con la mano para que se acercara.

-¡Hola!


-¿Qué tal? ¿Te quieres sentar con nosotros?- Ella miró a los que ya estábamos sentados en la mesa y sonrió. Ellos la observaron también.

-Claro, ¿Por qué no?- Cogió una silla de otra mesa y se sentó a mi lado.

-Chicos, ella es Belén.- La presenté yo, al ver que ninguno de los presentes lo pensaba hacer. -Ellos son Niall, Tamara y Louis, mi hermano.

-Encantado.- Niall la estrechó la mano. Mi hermano lo imitó y Tam la dio dos besos. Ella siempre ha sido muy cariñosa. En cambio su hermano solo era capaz de serlo con personas con quien tuviera confianza, como su hermana y yo. Y bueno, con Louis tiene confianza pero, ya sabéis... Los tíos son raros.

-¿Qué tal en Hawaii, Niall?- Hablé para romper el hielo.

-Muy bien, ¿No ves lo moreno que me he puesto?- Se subió las mangas de su jersey para dejar ver sus bronceados brazos.

-Yo lo estoy más.- Me remangué yo dejando al descubierto los míos. Todos los años hacíamos lo mismo: nos tostábamos al sol y luego comparábamos. Se había vuelto una costumbre.

-Aww aún llevas la pulsera que te regalé.- Se fijó en una pulsera de mi mano izquierda. Estaba hecha de hilos y con los colores de la bandera irlandesa, país de donde él y sus padres provienen, Megan nació aquí. Me la hizo cuando teníamos unos ocho o diez años y todavía la llevo.

-Claro, ¿Cómo no la iba a llevar? Me la hizo mi mejor amigo.- Dije sonriente. El sonrió de vuelta.

La campana de vuelta a clase sonó, haciendo que todos soltáramos un 'Buuuf' desesperado.

-Decidme que os toca filosofía por favor, no quiero estar sola en clase- Supliqué mientras íbamos en dirección a las taquillas.

-A mí sí.- Canturreó Tam -¿Y a tí, Belén?

-Puuues... -Echó un vistazo a su horario.- También. -Sonreímos las tres mientras llegábamos al departamento de filosofía.

Las tres últimas horas pasaron rápido y cuando me quise dar cuenta ya estaba en la puerta de casa esperando a que Louis la abriera.

-Hola, mamá.- Dijimos los dos a la vez. Ella nos respondió y la dimos un beso cada uno.

-¿Qué tal el primer día de clase?

-Mal.- Respondimos Louis y yo a la vez. Nuestra madre nos miró raro con sus ojos celestes, como los nuestros, mientras servía la comida.

-¿Y eso?- Preguntó por fin.

-Se acaba el verano, hace frío, hay clase, exámenes, madrugar... Lo raro sería que estuviera bien.- Enumeré mientras me deprimía por dentro.

-Bueno, _____, no seas tan pesimista.- No respondí, fijé mi mirada en el plato y lo acabé rápido. En verano no estaba acostumbrada a comer tan tarde.

-¿Y tú Louis?- Preguntó mi madre, curiosa.

-Igual que _____.

-Valla dos que tengo por hijos.- Se quejó nuestra madre, bromeando.

Acabamos de comer y yo subí a mi habitación a hacer los deberes. Sí, los deberes el primer día, porque la de inglés, la muy queridísima de inglés nos había puesto deberes. Bueno, muy a mi pesar los tuve que hacer y me llevó más o menos media hora. Podía haber sido menos, pero estaba escuchando música y no prestando mucha atención.

Unos golpes en mi puerta hicieron que bajara un poco el volumen. La cabeza de mi hermano asomó por el umbral.

-¿Qué quieres?- Pregunté.

-¿No puedo pasar un rato con mi hermanita sin querer algo?

-Ah no sé. Dímelo tú.

-Yo te digo que sí.- Se sentó en la cama mirando hacia mí, que estaba en frente en la mesa, sentada.- ¿Me echas una mano con inglés?

-Lo sabía- Reí triunfante.

-Ay vale, vale. ¿Me ayudas?

-Claro tonto.

Entre él y yo acabamos nuestros deberes de inglés, lo que nos dejó la tarde libre. Oí mi móvil sonar. Era Here's to never growing up, la canción que tenía asignada a Tam. Una larga historia...

-Hey, puta.- Contesté recostándome en la cama al lado de mi hermano.

-Hola, zorra.- Respondió. -Estoy muuuuy aburrida.

-Yo también. ¿Vamos al mall?

-Buena idea. Igual hay tíos por ahí...- Puso voz pícara, a lo que reí.

-Todas mis ideas son buenas, ¿Por qué crees sino que íbamos a ir al mall?

-¿Te conté lo de...

-Sí, lo de lo buenos que estaban los chicos de Hawaii.- La interrumpí. -Las dos veces que me llamaste desde allí me hablaste de ellos.

-Es que eran muy...- Dejó escapar un suspiro.

-Ya, ya. ¿En media hora en la puerta?

-Hecho. Chao.- Colgué sin apartar la mirada de Louis, quien me miraba atento.

-Así que en media hora en el mall ¿eh? Buen plan. Igual quedo con los chicos y vamos también. Puede que nos veamos.- Dicho esto salió de mi habitación escribiendo algo en su móvil.

-------------------------------------------------------------

Hooooolaaaa. Antes de nada, este cap era un "mini cap" porque supongo que no podré subir mucho en navidades. Lo siento mucho, de veerdad.

También quería deciros una cosa. He pensado en hacer los capítulos de esta más largos, pero subirlos un poco menos seguido. No sé cada cuanto, pero no tan seguido como Earthquake. Conclusión, que estos caps estarán más currados y algunos vendrán con una canción sobre ellos. Quiero decir, en vez de poner una foto, pues un video de la canción. Si lo consigo podría quedar muuy bonito.

¿Que por qué lo hago? Porque os merecéis lo mejor. Punto.

No os molesto más, espero que comentéis y que os haya gustado el "mini cap".

FELIZ NAVIDAAAAAD Y REOCORDAD QUE OS LOVEO CON LOCURAAA.

UN SUPER BESAAAZO

martes, 10 de diciembre de 2013

Capítulo 3. Fucking school.

Capítulo 3. Fucking School.




Me senté de mala gana a su lado, evitando el contacto visual con él. Dirigí una mirada a Tam, quien hablaba animadamente con su compañero. No le había visto antes, creo que es nuevo. Tenía el pelo castaño claro y unos ojos verdes, tirando a grises.


-Yo tampoco le conozco, es nuevo.- Me quedé muy extrañada al oír aquellas palabras de mi compañero de pupitre. Quizá me haya quedado demasiado tiempo mirando al chico nuevo.


-Creo que nadie te ha preguntado.- Contesté secamente y girándome para mirarlo. Tenía unos preciosos ojos verdes y una sonrisa perfecta y encantadora. Una pena que sean de Harry Styles.
Al parecer lo que decía mi padre era verdad. Todos los Styles son egoístas y engreídos.


Al ver que no contestaba lo miré de reojo, y vi cómo medio sonreía mientras rodaba los ojos y miraba hacia otro lado.


-Ahora que estamos todos ubicados, me presento. Soy Valerie y voy a ser vuestra profesora de matemáticas.- Se oyó un par de quejidos. -Tanto amor no, por favor.- Dijo sarcásticamente, haciendo que soltáramos una carcajada.


Nos repartió los horarios y siguió explicando cómo iban a ser las clases y más cosas que, sinceramente, no me interesaban. Por lo que saqué una hoja y un lápiz y empecé a dibujar. Es lo que hacía cuando me aburría, o incluso para concentrarme mejor. Casi sin darme cuenta la clase terminó y sonó el timbre. Guardé apresuradamente la hoja en la carpeta y el lápiz en el estuche, para meterlo a su vez en la mochila mientras los demás salían por la puerta.


-Siempre la última. Qué raro...- Dijo Tam, tan sarcástica como siempre.


-Yo también te quiero.


-No he dicho que no te quiera, eh.


-Obviamente, porque me amas.- Respondí mientras salíamos de clase.


-Exacto- Me abrazó fuerte.


-Ey, ey, que me desgastas.- Intenté apartarla de mí porque me estaba aplastando. Ella soltó una carcajada mientras se separaba de mí.


Nos dirigimos hacia las taquillas. Por suerte las nuestras estaban cerca, a unas cuatro de distancia. Metimos todos los libros de este curso allí. Esa era nuestra rutina, dejábamos los libros que no usáramos por la tarde y nos llevábamos en la mochila los que sí. Era lo mejor para nuestra espalda.

-¡_____!- Me giré ante esa voz que tanto conocía.

-¡Niall!- Corrí hacia él, quien me cogió entre sus brazos.

-Te eché de menos enana.- Susurró sin romper nuestro abrazo.

-Que no me llames así. Yo también te añoré.- Respondí.

Al final nos separamos y Tamara se acercó a nosotros.

-Qué asco dais- Dijo la pequeña Horan, con cara de repelente.

-Envidia, envidia es lo que tienes, hermanita.- Dijo mi mejor amigo. Niall y yo nos conocimos desde nacer, por lo mismo que su hermana. Nos hemos llevado bien desde siempre. Era rubio y con los ojos celestes, exactamente igual que Tam.

-Por cierto, ¿Viste a mi hermano?

-Yo sí, entraba al departamento de arte.- Contestó Tamara.

-A mí también me toca arte ahora, creo que estaremos juntos.- Intervino Niall. La campana de fin del descanso entre clase y clase sonó.

-Hasta luego chicas, nos vemos en el descanso.

-Adiós- Despedí, mientras sacaba el horario que nos acababa de dar Valerie.

-¿Qué te toca?- Preguntó mi amiga.

-Mmmh... Inglés.

-A mí francés, te veo luego que llego tarde.

-Y yo, adiós.

 Me encaminé a mi clase de inglés por el pasillo que, poco a poco, se había ido vaciando. Estaba un piso más arriba. Llegué a la puerta y llamé. Me abrió mi profesora del año pasado. Por desgracia me había tocado otra vez... Que horror...

-Srta. Tomlinson, dígame, ¿Cuál es su escusa hoy?- Eché un vistazo a la clase, era la última en llegar. 

-Ninguna, profesora. Esta mujer nunca, nunca me había caído bien. Siempre me tuvo manía y yo siempre la odié. Al menos era mutuo. Era bajita, con el pelo canoso, rizado y corto. Siempre nos trataba de usted, cosa que me reventaba porque te obligaba a llamarla a ella del mismo modo. Su nombre era Elísabeth, aunque yo siempre la llamo 'Profe' o 'Profesora'.

-Espero que no se repita.

-Lo siento.- Busqué con la mirada algún sitio libre y el único que vi fue al lado de una chica.

-¿A qué espera? Tome asiento de una vez, no tenemos todo el día.- Me acerqué a su mesa y me senté a su lado. Tenía el pelo largo y oscuro. Sus ojos eran marrones oscuros, pero lo que más resaltaba eran sus pestañas, largas y rizadas. Adornaban muy bien sus ojos.

-_____, encantada.- Me presenté amablemente a mi compañera de pupitre.

-Belén, igualmente.- Respondió con una sonrisa.

-No me suena haberte visto antes, ¿Eres nueva?

-Sí, llegué hace un par de días, y todavía estoy un poco perdida. Pero bueno, me apaño.

-Cuando necesites algo, me buscas, sin problemas.

-Lo tendré en cuenta, gracias.

-Silencio ahí atrás señoritas, no me gustaría empezar el curso echando a gente de clase.- Intervino la profesora.

-Perdón, ya nos callamos.- Respondí por las dos. En cuanto la profesora se dio la vuelta rodé los ojos, lo que hizo reír a Belén.

 La clase se me hizo súper larga, como todas las de inglés. Creo que es la única profesora que explica el primer día de clase. Y no un poco, llené toda una hoja por las dos caras. Por fin la clase terminó y me dirigí a mi taquilla. Mi siguiente clase era literatura, así que saqué los libros de dicha asignatura. Divisé a lo lejos a Tam dirigiéndose a su taquilla así que la esperé apoyada ahí.

-¿Qué tal inglés?

-No me hables, me ha vuelto a tocar Elísabeth.- Puso cara de asco.

-¿Y tú francés?

-Bueno, no ha estado mal. El profe es nuevo. Pero te he echado de menos.- Bromeó.

-Pues yo a tí no.- Respondí sonriendo para picarla.

-¿Tienes literatura?- Se fijó en los libros que sujetaba con mis manos.

-Sí, ¿Tú?

-Yo también.

-Pues vamos que paso de llegar tarde.

 Fuimos al departamento de literatura y entramos en la clase. Había poca gente, así que los sitios buenos estaban libres. Nos sentamos juntas en la penúltima fila, yo al lado de la ventana, que daba al jardín trasero. La verdad es que ahora, con las hojas tapando el suelo con diferentes tonos de marrón estaba muy bonito.

La campana de inicio de clase volvió a sonar a la vez que un profesor de entre unos 25-30 años entraba en clase, que ya se había llenado. La verdad es que era bastante guapo. Por la distancia no podría decir con exactitud pero juraría que sus ojos eran grises.

-Buenos días, soy William y seré vuestro profesor de literatura este año.

 Me hizo gracia porque William es el segundo nombre de mi hermano, por lo que sonreí.

-¿Qué te pasa idiota?- Preguntó mi rubia amiga.

-Nada, ¿Por?

-Porque estás sonriendo como una tonta.- Me di cuenta y me puse seria.

-No es lo que piensas.

-¿Seguro? Porque te lo estás comiendo con la mirada, y la verdad es que está muy bueno.

-Claro que no es eso, tonta.

-¿Ah no? ¿Y qué es?

-Es que se llama William, como Louis.

-Ahh...- No sonó muy convencida, pero no me reprochó. La clase de literatura pasó, tan aburrida como siempre. Gracias a Dios ahora tocaba recreo (o descanso o pausa, como lo llameis) así que nos acercamos a nuestras taquillas a dejar los libros. Nos dirigimos a la cafetería, ya que hacía demasiado frío como para salir fuera. Pedimos unos chocolates calientes y nos sentamos en una mesa.

-----------------------
Chicaaaaas ¿Qué tal? Espero que bien. ¿Os gusta el rumbo que va cogiendo la novela? Espero que sí. Bueno, lo de siempre, comentad qué os parece y +1+1+1+1+1+1

Pregunta: MAÑANA VAN A LA VOZ, ¿COMO LO VAIS A VER? CON FRIENDS, SOLAS, CON LOS PAPIS, COMIENDO PALOMITAS, COMIENDO NUTELLA, ZANAHORIAS?

YO LO VERE A LA VEZ QUE AGONIZARE Y MORIRE

PD: He oído que ya están aquí en Spain, es verdad?

lunes, 2 de diciembre de 2013

Capítulo 2. Styles.

Capítulo 2. Styles


 Cuando cesó el jaleo, el director tomó el micrófono y dijo algunas palabras de bienvenida, aunque nadie le escuchaba. Depués de un repaso a las normas del centro, comenzó a dictar las personas asignadas a cada clase. Empezando por primero de la ESO, y subiendo.

Para cuando llegó a mi curso no quedábamos ni la mitad.

-Primero de bachillerato, A- Empezó a decir nombres, la mayoría conocidos por mí, aunque hubo un par de ellos que nunca había oído, serían nuevos.- Tamara Horan, -Sonreí al escuchar ese nombre, éramos amigas desde siempre, se podría decir. Es más, nuestros padres se conocieron en el hospital ya que nuestras madres estaban en la misma habitación cuando todavía nos tenían en el vientre. A partir de ahí empezamos a elaborar una amistad que, con altos y bajos, sigue durando hasta hoy. La busqué con la mirada, pero no la encontré. En ese momento lo único que quería era que nos tocara en la misma clase. Después de otros tantos nombres, lo oí:

-_____ Tomlinson. -Sonreí de nuevo, al parecer nos había tocado juntas un año más. Vi como una cabeza se levantaba entre la multitud, una cabeza rubia que yo bien conocía, y es que Tam, como yo la llamaba, o Tami, según me saliera, me estaba buscando entre la gente, con sus ojos azules. Nuestros ojos se encontraron y sonreímos.

Ella vocalizó 'Juntas otra vez' y yo asentí mientras sonreía. El director acabó nuestra lista y nos indicó dónde estaba nuestra aula, donde íbamos a dar matemáticas.

-Vuestra aula es la 2.9. Valerie os acompañará hasta ella.- Añadió el director. Una mujer, bastante más joven de lo que esperaba, se levantó. Tenía una melena oscura corta y ropa moderna, para variar en una profesora. Todos los anteriormente nombrados nos levantamos y la seguimos por los pasillos. Me acerqué a Tam y nos fundimos en un abrazo.

-¡Cuánto te he echado de menos!- Susurró en mi oído.

-¡Y yo!- Solo hacía una semana que no nos veíamos, pero para nosotras era demasiado.

Ella había estado una semana en Hawaii, de vacaciones, y hasta hoy no nos habíamos visto, ya que llegaron ayer de madrugada. Nos apresuramos un poco para incorporarnos en el grupo porque nos habíamos quedado atrás.

-Me va a tocar aguantarte un año más...- Bromeé

-Mira que eres tonta, si estabas deseando que nos tocara juntas. ¿Me equivoco?- Me hacía mucha gracia cómo se picaba con estas tonterías. Sonreí mientras negaba y seguíamos caminando.

La mujer que seguíamos se paró delante de un aula, comprobó el cartel que había encima de la puerta, donde ponía 2.9.

-Sí, es aquí.- Dijo abriendo la puerta. Entramos todos en aquella clase. Tam y yo intentamos sentarnos lo más atrás posible. Conseguimos sentarnos en última fila y juntas, ya que las mesas estaba colocadas de dos en dos. Una vez que estuvimos todos sentados, nos fijamos en una de las filas de la derecha, donde una pareja de chicas y una de chicos estaban discutiendo por quién se sentaba dónde. Obviamente todos se querían sentar en la mesa más alejada de la pizarra, ese era el motivo de la discusión.

-¡Pero yo he llegado antes!- Exclamó una de las chicas. Era rubia y llevaba el pelo recogido en una trenza. La había visto antes aunque no me había tocado en la misma clase que ella. Se llamaba Kate, aunque no consigo recordar su apellido.

-¡No! ¡Yo he llegado antes que tú!- Contestó en el mismo tono uno de los dos chicos.

-Chicos, chicos, creo que ya sois mayorcitos para estar peleando por eso.- Intervino Valerie, que hasta ahora había estado observando con atención. -Si no sois capaces de aclararlo, no tengo ningún problema en poneros por orden de lista.

Un quejido colectivo se escuchó en la clase. Las dos parejas que antes estaban discutiendo, ahora estaban calladas.

-Pero esque yo llegué antes...- Agregó Kate.

-Eso es mentira.- Contestó el chico.

-Bueno, ya veo que no sois capaces de decidir. Siento tener que empezar el curso así, pero es lo que hay.- Cogió la lista que antes había colocado sobre la mesa donde estaban nuestros nombres ordenados alfabéticamente.

Tam y yo nos miramos con tristeza. Sabíamos que era imposible que nos tocara juntas.

-Bueno, esto es solo para matemáticas.- Dijo para animarnos.

-Ya...- Contesté con media sonrisa.

-Horan, Tamara.- Señaló una mesa libre. Tam se sentó donde le indicó Valerie. Después de otros tantos nombres, me tocó.

-Tomlinson, _____ -Señaló otra mesa. Dirigí mi mirada hacia donde su mano indicaba y me desanimé del todo.

Me había tocado con Styles. La peor influencia donde las haya. No entiendo muy bien cómo Harry consigue pasar de curso. Quizá se le den bien los estudios, o quizá sus padres donen una gran cantidad de dinero. ¿Quién sabe?

El caso es que el dinero no les faltaba en absoluto. Eran otra familia acomodada, como la nuestra. Los Styles nunca se han llevado bien con los Tomlinson. Puede que todo hubiera empezado con una discusión tonta entre nuestros tatara-tatara-abuelos, pero, hasta ahora, seguimos siendo como el perro y el gato.

Ni siquiera nuestros padres se soportan. Por lo que he oído de Harry, no suele acudir a clase y es capaz de todo. De todo. También es el terror de los empollones y la debilidad de las chicas, aunque lo único que veo yo es un Styles engreído, como todos los Styles.

----------------------------------------------------------------------

Chicaaaaas
Qué os ha parecido?? Espero que comentéis y que os guste mucho. Creo que no tengo nada más que decir jaja.
Disfrutadlo y dad +1 y comentad y añdsfjsdfj y eso.

RECORDAD QUE OS LOVEO CON TODA LA LOCURA DEL MUNDOOO

domingo, 1 de diciembre de 2013

Capítulo 1. Introducción.

Capítulo 1. Introducción.



El frío azotaba las concurridas calles de la ciudad. Hacía poco que había empezado octubre y se notaba en la bajada de las temperaturas. Aunque, donde yo estaba, no se notaba en absoluto. Estaba en una de mis partes favoritas de nuestra casa: la biblioteca. No lo suelo decir mucho, pero me encanta leer. Sobre todo delante de esta chimenea. Otorga una sensación cómoda y cálida a la sala.


Tengo a mi lado a mi hermano, Louis. Está durmiendo plácidamente. Este lugar es también su preferido, pero no por los libros, sino por la chimenea y la tranquilidad. Lugar idóneo para una siesta. Es como nuestro lugar secreto, ya que ninguno de nuestros padres suele venir aquí. Cada vez que necesitamos relajarnos, desfogarnos, huir de la presión que nos ejercen, venimos aquí.


Digo que nos ejercen presión porque nosotros, los Tomlinson, somos de las familias más prestigiosas de la ciudad. Y no es que me guste fardar de ello, pero a mis padres si. Y un Tomlinson debe cuidar cada detalle. Somos de estas familias privilegiadas y acomodadas que solo se deben preocupar de quedar bien ante los ojos de los demás.


-¿Qué lees?- Preguntó mi hermano, con esa voz de adormilado que tanto conocía.


-Se llama La ratonera


-De Agatha Christie ¿Verdad?- Asentí como respuesta. Él conocía muy bien mi pasión por las novelas de misterio, ya que era algo que compartíamos.


-¿Me lees?


-¿Tan vago eres?- Dije riendo.


-Sabes que sí- Suplicó con esa sonrisa ladeada que, sinceramente, me podía. Y él lo sabía.


Comencé a leer hasta que se me cayeron los parpados y acomodé mi cabeza en su hombro.


Cuando desperté había pasado una hora y media. Ya era tarde así que decidí despertar a Louis para que se pudiera ir a la cama. Mañana era el primer día de clase después del verano, y debíamos madrugar.


Zarandeé un poco su hombro, hasta que abrió los ojos. Esos ojos que también compartíamos. La gente dice que somos como dos gotas de agua, aunque nos llevemos un año. Ambos tenemos los ojos claros, tirando a celestes. El pelo castaño y con alguna que otra onda.


-¿Qué pasa?


-Ya es tarde y mañana hay clase.


-Agh.


-Ya, bueno, mira el lado positivo...- Me quedé un rato pensando qué había de positivo en empezar las clases mañan, hasta que por fin lo encontré.- Cada vez queda menos para el verano siguiente.


-Oh sí, mira, ya  lo veo venir.- Hizo como si mirara a lo lejos. A veces me pregunto hasta qué punto puede llegar su estupidez. Después me doy cuenta de que somos hermanos y todo me concuerda.

Seguimos diciendo tonterías mientras subíamos las escaleras hasta nuestras habitaciones, las cuales estaban en el primer piso, una en frente de otra. Después de desearnos buenas noches entramos cada uno en nuestra habitación. Preparé mi mochila para mañana. Era el primer día, así que no pesaba prácticamente nada. Me puse el pijama y me metí en la cama. Al poco tiempo caí en los brazos de morfeo, ya que era cerca de la una de la madrugada.

~~~~~~~~~~


-_____, _____, vamos, que vas a llegar tarde a clase.- La voz de mi madre me despertó. Miré el reloj, quedaba media hora para que empezara la primera clase. Me levanté de golpe de la cama. Me acerqué medio corriendo al armario para elegir qué ponerme. Me vestí deprisa mientras veía a mi madre salir de mi habitación. Atravesé la puerta para llamar a la de mi hermano.

Seguro que este vago se había quedado dormido- igual que yo, pero eso no importa -nadie respondió, lo que sospeché, todavía no se había levantado.


Entré en la habitación de mi hermano.


-¡Deja de dormir, marmota! ¡Que vamos a llegar tarde!- Me sorprendí al ver que la cama estaba vacía, al igual que la habitación. Oí un carraspeo a mis espaldas.


-¿Decías?- Louis, ya preparado y con una manzana roja de la mano, me miraba con una sonrisa victoriosa.


-¿Yo? Nada.- Sonreí. Bajé corriendo las escaleras, no matándome de milagro. Agarré otra manzana, esta verde. No creo que me diera tiempo a desayunar, así que me la tomaría por el camino. Louis bajaba por las escaleras, ya había acabado casi su desayuno.

-¿Ya estás?- Cogió las llaves del coche.


-Sí... Ay mierda, la mochila.


-Señorita, ese vocabulario.- Intervino mi padre, que al parecer se acababa de levantar, aunque ya estaba peinado y vestido, con su característico traje.


-Perdona papá.- Dije mientras subía las esaleras a por mi mochila. Me la colgué y cogí con la mano la carpeta. Me peiné un poco, menos mal que había dormido con una trenza y no se me había alborotado el pelo. Listo. Bajé de nuevo corriendo. Teníamos 10 minutos para llegar. Menos mal que Louis por lo menos podía manejar el coche.


-Adiós papá


-Adiós cielo.- Le di un beso antes de salir apresuradamente.


-Hasta luego, hijo. -Dio una palmada en el hombro a Louis y corrimos hasta el coche. Él de piloto, yo de copiloto. Ambos íbamos al instituto Emerald. Yo a primero de bachillerato y él a un curso superior. En más o menos 7 minutos llegamos al recinto y Louis aparcó el coche en las plazas que tenía el instituto. Corrimos hasta las escaleras que llevaban a la puerta principal, encontrándonos con Tom, el conserje.


-Hombre, los Tomlinson. Primer día y ya llegáis tarde.- Dijo mientras atravesábamos la puerta con paso apresurado. Era un hombre de unos cincuenta años, con rostro cansado y pelo canoso. Era muy buena persona, y nunca dudaba en sacarte de algún aprieto.


-¡Ya ves, para no perder la costumbre!- Respondí sonriendo.



Hoy que era el primer día no haremos mucho, simplemente la presentación al nuevo curso y la clase, así que debíamos ir al salón de actos para que nos dijeran en que clase nos había tocado. Nos dirigimos hacia el salón, que estaba en la planta baja. Busqué entre todos los alumnos alguna cara conocida, pero, al no ver a nadie, me senté al lado de mi hermano, ya que era el único sitio libre. Al parecer éramos los últimos en llegar.

--------------------------------------------------------------

Bueno bueno buenooo. Por fin la empiezo, llevaba mucho tiempo esperando a que acabáramos exámenes, trabajos, deberes, y tal, y por fin ha llegado el díaaaa. Estoy muy emocionada y no se exactamente por qué. Espero que os guste y que comentéis. Los +1 siguen molando eh :)))

Gracias a Tami, candidata a ser hermana de Niall y ganadora, enhorabuena:D





Beautiful Mistake. Prólogo


Prejuicios. El mundo está plagado de prejuicios y etiquetas.


'Guapo', 'Rico', 'Pijo', 'Pobre'... Esos son algunos ejemplos. Todos diferentes, pero todos son exactamente lo mismo: formas de juzgar a una persona antes de conocerla, simplemente por su apariencia, o con quién se junta, o a qué familia pertenece.

¿Nuestra apariencia y prestigio depende de nosotros o nostros dependemos de ellos?


¿Y si alguien decidiera cambiarlo todo?


¿Y si alguien olvidara su forma de ser, por una persona?


¿Si se arrancara todas y cada una de sus etiquetas? Simplemente por esa persona, que le ayude a abrir los ojos, a darse cuenta de que hay algo más en el mundo que las apariencias y el '¿Qué dirán?'