lunes, 10 de marzo de 2014

Capítulo 7. Bad girls.



Capítulo 7. Bad girls.


Live fast, die young
bad girls do it well.

—Creo que debería irme. Tengo clase en cinco minutos.

 —Yo me quedaré un rato.

 —¿Dibujando? — Asiente y yo sonrío. No era nada raro encontrarle en el campamento debajo de un árbol y con un papel y un lápiz en la mano. Se le da realmente bien.

 —¿Te lo pensarás? — Saca un bloc de dibujo mientras me mira con ruego.

 —Claro.

Una sonrisa se forma en su cara mientras yo salgo de la Galería. Mi teléfono vibra.

«Hablamos en arte»

Respondo a Tam y me apresuro a llegar a tiempo a la clase de arte. Por suerte ella ya ha llegado y ha conseguido coger sitio en la última fila, donde podemos hablar tranquilamente. El profesor todavía no ha llegado.

 —Creo que tenemos que hablar. — Digo con una sonrisa pícara.

 —Te podría decir lo mismo.— Imita mi gesto.

 —¿Qué ha pasado con Scott? ¿Por qué no me contaste nada?

 —¿Quizá porque no te he visto en toda la mañana? ¿Dónde has estado en el recreo?

 —Yo pregunté primero.

 —Pues... Ayer, cuando desapareciste, me acompañó a casa.- Intenta ocultar una sonrisa, pero no puede.

 —Aww qué tierno.

 —Y eso no es todo. Cuando estábamos en mi jardín... Pues...

 —¿Te besó?- Ella asiente y yo no puedo hacer otra cosa que soltar una carcajada. Por eso estaba tan contenta hoy.

 —¿Dónde fuiste ayer, cuando te esfumaste de repente?

 —Niall me encontró y... Zayn me llamó.

 —¿Otra vez?

 —Otra vez.

 —¿Qué te dijo? Lo mismo que siempre ¿No?

 —Sí... Bueno, no. Esta vez fue diferente.

 —¿En qué sentido? — Coge un lápiz y se lo lleva a la boca, para morderlo. Ella siempre ha tenido esa manía.

 —Me dijo que... Que me quería.

 —¡¿Que te qué?! — El lápiz golpea el suelo. Tam gritó tan alto que todos los de clase tornaron hacia nosotras.

 —¿No tenéis otra cosa que hacer o qué? — Suelta ella, mientras yo me sonrojo. Me gustaría poder tener el valor de decir cualquier cosa de las que ella dice sin que mi voz tiemble o me sonroje.

Los demás vuelven a lo que estaban haciendo y Tam mira hacia mí.

 —Pero era solo porque estaba borracho ¿Verdad?

 —Pues... No lo sé. Hoy le he vuelto a ver.

 —¿Te has ido de clase?

 —No, estaba aquí, se ha matriculado este año.

Alzó las cejas y abrió la boca en sorpresa.

 —Ya, yo también me quedé de piedra cuando lo vi.

 —¿Te dijo algo?

Asiento con la cabeza, temiendo su siguiente pregunta.

 —¿Qué?

 —Que le diera otra oportunidad. Que nos diéramos otra oportunidad.- Me corrijo.

 —¿Estás segura de que quieres? Ya sabes lo que pienso de ese Zayn...

 —Sí, ya sé que no te gusta por lo que hizo. Pero no fue solo culpa suya,- Bajo un poco el volumen de mi voz, temiendo que alguien lo oiga. -yo también bebí aquella noche. Además, se veía tan arrepentido...
Incluso dijo que bebía porque se sentía fatal por ello. ¿Qué debo hacer?

 —No sé. Haz lo que creas que es mejor.

 —Sí, me ayudas mucho.- Digo con sarcasmo.

El profesor entra en la clase y nos callamos. Leo una nota que me pasa Tam.

"Todavía no te he contado lo que he hecho en el recreo."

Me río y se la paso de vuelta.

"No quiero detalles, gracias."

"De verdad que mal pensada eres. ¿Nos podéis llevar a Niall y a mí en coche? Esta mañana se quedó sin
gasolina y tuvimos que coger el bus"

"Claro, pídeselo a Louis. Yo estoy castigada"

"Guau, eres toda una rebelde. ¿Qué hiciste?"

"Fue por el imbécil de Styles. Me castigaron por su culpa."

"Sabía que a la _____ Tomlinson que yo conozco no la iban a castigar por algo que haya hecho."

"Oh perdóname chica mala."

El timbre de final de la clase sonó y me dirigí a mi siguiente clase. Pasó rápido y pronto llegó la última hora.

—¿Me acompañas un segundo al baño? — Asiento y sigo a Tam hasta el servicio.

Mientras ella entra yo me quedo mirándome al espejo. No me había dado cuenta de unas pequeñas y casi invisibles marcas causadas por mis lágrimas anteriores. Me lavo un poco la cara para disimularlo.
Por fin Tam acaba y podemos salir del baño, con tan mala suerte que me choco con alguien al salir. Menudo día llevo hoy.

 —Perd...— Reparo en quien tengo delante y prefiero no pedirle perdón. Este idiota no se merece ni que le hable. Me fijo un poco más en su ojo, lo tiene un poco morado, como si le hubieran dado un puñetazo y una herida en el labio.

 —¿Albert? ¿Quién te ha hecho esto?

 —Nadie. No te acerques a mí, no quiero estar en problemas.— Sus ojos me recorren, asustados. Esto era precisamente por lo que no quería que Louis me defendiera.

 —¿Ha sido mi hermano?

Es lo último que puedo decir antes de que esas palabras queden en el aire y él se vaya.
No me lo puedo creer, Louis me mintió. Me prometió que no le había pegado y me mintió. Y yo como tonta le creí.

 —Perdona, me estaba repasando el maquillaje... ¿Qué pasa?

 —Nada.

 —Venga ya, te estás mordiendo el interior de tu mejilla, sé que cuando haces eso estás cabreada.

 —Es Louis. Me ha mentido.

 —Tampoco es para tanto, ¿Cuántas veces le has mentido tú a él?

 —No es lo mismo, él me lo prometió. No es igual que si yo le miento sobre el por qué llegué tarde a casa. Esto es más serio. Pegó a Albert.

 —¿Que pegó a quién? ¿Cómo lo sabes?

 —Acabo de verle y tenía el ojo morado y el labio roto.

 —¿Y qué te hace pensar que fue Louis?

 —Despierta, Tamara ¿Quién más va a ser? ¿Tengo otro hermano protector y yo no lo sé? Creo que no.

 —No tiene por qué haber sido él.

 —Tu estuviste en el Starbucks más tiempo que yo. ¿Qué pasó?

 —No lo sé, en cuanto te fuiste Louis empezó a gritarle y cuando Niall fue a buscarte, Scott me dijo que me acompañaba a casa. Nos fuimos y allí se quedaron. No veo a tu hermano pegando a Albert.

 —Ni yo tampoco, pero las marcas en su cara dicen lo contrario.

Intento concentrarme en la explicación de la profesora pero mi hermano ocupa mis pensamientos. Por fin termina y me alegro, hasta que me doy cuenta de que me tengo que quedar una hora más, gracias a Styles.

¿Cómo le puedo odiar tanto?

Me despido de Tamara y voy al aula de castigados. Nunca había estado antes allí. Es una clase, como las demás aunque un poco más fría porque hay menos gente.

Cuando entro solo hay tres personas dentro. Una chica haciendo algo con su móvil y dos chicos hablando entre sí y riendo. Levantan su mirada hacia mí, me miran sorprendidos y vuelven a lo que estaban. La chica ni siquiera ha despegado la mirada de su teléfono.

Me siento lejos de los tres y miro nerviosamente mi reloj.

Por suerte Styles no está. Igual me hace un favor y no viene. Saco mi agenda y reviso los deberes para mañana. Al parecer mis deseos no se cumplen y Styles aparece por la puerta y se sienta a mi lado.

 —¿No tienes otro sitio donde sentarte?— Pregunto irritada. Ya me han pasado suficientes cosas hoy, como para que venga a tocar las narices.

 —Sí, pero quería disfrutar de tu compañía.— Sonríe de una forma tan bonita que si no fuera un Styles me gustaría.

Cojo mi mochila y me levanto.

 —Pues te vas a tener que joder— Digo al pasar por su lado en mi camino a la otra punta de la clase, lejos de él.

—Siento no poder cumplir tus deseos pero vamos a acabar juntos. Nucna has estado castigada con William ¿No?

Niego con la cabeza. ¿Pero qué hago? Debo ignorarlo. No dice nada pero supongo que sonríe. Yo pongo de nuevo la vista en mi mesa y unos segundos más tarde entra William.

 —Tú y tú, conmigo.— Señala primero a Styles y luego a mí.

Cuelgo mi mochila en mi hombro y lo sigo. ¿Dónde vamos? Pensaba que estar castigado era sentarse ahí y no hacer nada durante toda la hora.

Entramos en un aula llena de mesas y sillas. Las mismas que se usan en nuestras clases.

 —Tomad.— Nos tira a cada uno un trapo húmedo y un spray lleno de un líquido verdoso que parece ser limpia muebles. —Vuelvo en una hora, si no habéis limpiado al menos la mitad, os quedaréis otra hora, ¿Entendido?

Yo asiento y cuando miro a Styles está rodando los ojos. William se va y yo dejo la mochila en el suelo para comenzar a limpiar.

 —Muchas gracias, esta tarde sí que me voy a divertir.— Digo con sarcasmo.

 —Tampoco es para tanto. Tenemos una hora libre.— Abre la ventana del aula. —Sé que me voy a arrepentir luego de esto, pero, ¿Vienes?

 —Pero William ha dicho que...

 —¿De verdad crees que va a comprobar todas las mesas? Pensaba que eras más lista.

 —No pienso ir a ningún sitio contigo.- Vuelvo la vista a la mesa.

 —Venga ya, deja de ser la niñita buena de papá Tomlinson y empieza a vivir ¿O prefieres quedarte limpiando mesas toda la tarde?

Quiero gritarle que no soy ninguna niñita de papá, pero de alguna manera me contengo.

 —Te odio.

 —Sí, lo sé, pero vienes ¿No?— Supongo que no tengo otra cosa que hacer ¿No? ¿Qué podría salir mal? Una lista de cosas aparecen en mi mente pero las elimino.

Ruedo los ojos hacia él mientras cojo mi mochila y me apoyo en la ventana para salir. Él me ayuda a bajar y yo le agradezco.

 —¿Y ahora qué? ¿Tú por tu lado y yo por el mío?— Dice finalmente. Creo que será lo mejor, aunque no sé qué podré hacer una hora sola por el instituto.

 —Dime dónde no va a estar William y me voy por mi lado.— Suelta un gran suspiro y se queda en silencio por unos segundos.

 —Mejor ven conmigo, sé un lugar donde no va a estar.

 —¿Qué parte de "no pienso ir a ningún sitio contigo" no entiendes?

 —Si prefieres quedarte sola y arriesgarte a que Will te vea, allá tú.- Se cuelga la mochila al hombro y se da media vuelta para irse.

¿Dónde voy a ir yo ahora? No sé dónde estará William. Creo que solo tengo una alternativa, aunque no me guste.

  —¡Espera!- Corro detrás de él hasta que lo alcanzo. —Voy contigo.

 —Eso me parecía.— Se coloca bien la mochila en su hombro y yo le sigo, a través de uno de los jardines del patio trasero.

 —¿Dónde vamos?

 —A un sitio.— Rodé los ojos y, aunque me costó, decidí no discutir ya que era lo que él quería.

Después de diez minutos andando llegamos a un descampado en el que había un árbol.

 —¿Para esto hemos caminado tanto?

 —¿A caso a tí se te ocurría algo mejor, Tomlinson?— Deja caer su mochila en el suelo y se sienta apoyando su espalda contra el árbol.

 —Cualquier cosa sería mejor que esto.— Me siento en el suelo lejos de él y saco los deberes de Literatura.

 —¿Cómo no? La pequeña Tommo haciendo los deberes, incluso cuando está castigada.

 —¿Me quieres dejar en paz? No los tendría que hacer ahora si el señorito Styles mantuviera su maldita boquita cerrada.

 —De no haber sido por mi "maldita boquita" estarías limpiando mesas sola. Y mira, estás aquí conmigo.

 —Preferiría las mesas.— Intento concentrarme en los deberes pero Styles no deja de hablar, y de provocarme para discutir con él. Es lo peor.

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Hoooola :c

Me odiais verdaad? Lo entiendo...

Yo me odiaría, lo siento mucho. Llevo de examenes muuucho tiempo, y todos me han salido como el culo, pero bueno, ya he subido aquí, ya me pongo al día con Earthquake y intentaré compensaroslo.

GRACIAS POR LA PACIENCIA

OS LOVEO CON LOCURA ♥♥♥